Tenía ganas de montármelo con una tía, por eso decidí meterle caña a Charo, mi vecina.
Conseguí ponerla cachonda con mis travesuras y artimañas,
hasta que una noche llamó a la puerta y a los cinco minutos estábamos haciendo un 69...
Escribo novelas eróticas.
Y sí… ya sé lo que estás pensando:
“Seguro que una chica que escribe esas cosas es un poco traviesa.”
Pues tienes razón.
Lo soy.
Y me encanta serlo.
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